miércoles, 11 de enero de 2012

La última aventura **

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Autora: Ana Diosdado.
Intérpretes: Luis Merlo, Natalia Millán, Alberto Delgado,
Daniel Diosdado, Alfredo Casas, Alfredo Alba.
Escenografía: José Luis Raymond.
Vestuario: Lola Barrera.
Dirección: Ana Disdado.
Teatro: Príncipe Gran Vía. (8.9.1999)
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 Un triángulo singuar
Es curioso este triángulo que idea Ana Diosdado: un matrimonio cuyo amigo común es el primer marido de ella. Son jóvenes, desenfadados, personajes de una comedia aparentemente amable en sus comienzos. Pero la chispa de sus diálogos no impide a la autora, como es habitual en ella, pasar, aunque sea de refilón, por los temas a los que suele mirar de reojo, como la intolerancia, la comprensión, el racismo o la esperanza vital que nunca debe perderse, que es lo que inspira el título de La última aventura, siempre pendiente.
Ana Diosdado
        Si en los diálogos entra y sale catando infinidad de temas, no es menor la variedad de invenciones dramáticas: el marido paralítico por una agresión juvenil, una mafiosa organización árabe que lo atrapa a través de internet, asesinatos, explosiones que cuestan la vida, secuestro del marido (Alberto Delgado) y reencuentro amoroso de la esposa (Natalia Millán) con el primer marido (Luis Merlo), entre otras. Casi todo sucede fuera del escenario, es decir, se cuenta: no muy bien, porque todo se amontona, se confunde, se explica precipitadamente y no resulta fácil atar todos los cabos de una trama a todas luces innecesaria.
         Resulta más brillante, más sustancioso lo que en la propia escena se desarrolla de verdad, incluso aunque la escenografía tampoco permita saber qué clase de local, mitad bar y mitad librería, es el que cobija las relaciones de los tres personajes principales. Que lo hacen muy bien, por cierto. Luis Merlo, con un agudo sentido del humor, y Alberto Delgado, que crea un personaje difícil pero creíble; el buen hacer de Natalia Millán mejoraría si atemperara sus gritos y moderara su incansable gesticulación corporal. La propia autora ha dirigido con  habilidad, resolviendo mejor  lo que ocurre en escena que lo que se cuenta: es lo que le ha sucedido también en la escritura.
Enrique Centeno

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